Argelia está viviendo
un lanzamiento de su sector agrícola, con especial énfasis en la seguridad
alimentaria y el desarrollo agrícola y rural, con un claro déficit en
tecnologías de producción y comercialización, lo que la convierte en un cliente
interesante para la industria auxiliar agrícola española.
Con una situación
financiera y macro-económica muy favorable, se encuentra en lenta pero
irreversible liberalización del mercado. Los recursos energéticos, gas y
petróleo, han permitido al país salir de la deuda externa y lanzar campañas de
reactivación económica.
Argelia es país
preferente por el Gobierno español, por medio de un Plan Integral de Desarrollo
de Mercado (PIDM).
Desde tiempos de los romanos. Agelia ha destacado por la
fertilidad de su suelo, aunque tan sólo el 9,4% de la población trabaja en la
agricultura.
A mediados del sigloXII se
cultivaron grandes cantidades de algodón coincidiendo con la Guerra Civil Estadoeunidense, pero su
industria sufrió un retroceso. A principios del siglo XX se hicieron esfuerzos para retomar el
cultivo de esta planta. Una pequeña cantidad de algodón se cultiva en los oasis
del sur. Se producen grandes cantidades de una fibra vegetal, hecha de las
hojas de palmera enana. Otros
cultivos importantes son los olivos y el tabaco.
La agricultura desempeña un declinante pero destacado papel en
la economía argelina, mientras que la producción mineral supone la partida
mayor del producto interior bruto. Desde finales de la década de 1990 el
gobierno ha iniciado grandes programas de industrialización. El PIB anual para
2006 fue de 114.727 millones de dólares (cifras del Banco Mundial), lo que
equivale a 3.440 dólares per cápita. La inflación media es del 2,50% sobre el
índice de precios al consumo (IPC).
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